jueves, 28 de febrero de 2013

SANTA FE: Sig Ragga desembarca en el Molino Marconetti


La destacada agrupación anticipará este viernes parte de su nuevo disco en Santa Fe. Será a las 21, en el Molino del Dique 2 del Puerto santafesino. Anticipadas en venta. Invita el Gobierno de la Ciudad.

Sig Ragga desembarca en el Molino Marconetti con nuevas composiciones para hacer degustar a sus fans de la exquisitez musical que los caracteriza. El viernes a las 21, la destacada agrupación ofrecerá un show exclusivo en nuestra ciudad en el que presentará un repertorio con el que anticiparán parte de su nuevo material discográfico. Esta producción fue grabada, mezclada y masterizada en 2012 en Estados Unidos bajo la dirección del ingeniero Eduardo Bergallo reconocido por sus trabajos junto a Shakira, Gustavo Ceratti, Soda Stereo, Juana Molina, Diego Torres, Francisco Bochaton entre otros artistas de renombre nacional e internacional.
Las entradas anticipadas tienen un valor de 30 pesos y pueden conseguirse en El Arca del Sur (Irigoyen Freyre 2935), Point (25 de Mayo esquina Obispo Gelabert) y en Terco Rock y Tour (Corrientes 367, Paraná).

Un 2013 agitado

Reafirmando el momento musical por el que atraviesan, el viernes 22 de febrero Sig Ragga se presentó junto a Los Cafres en el ciclo de Rock “Festival de Verano” en el Parque Roca, que organizó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Y en proyección internacional, se preparan para participar del “12° Siempre Vivo Reggae”, en Santiago de Chile, en el mes de Mayo de 2013, entre otras fechas previstas en nuestro país.

El origen

La banda se formó en Santa Fe en el año 1997, con Gustavo Cortés en voz y teclados, Nicolás González en guitarras y Ricardo Cortés en batería. El vínculo se da por la importancia que tenía la música en sus vidas. Los tres -hijos de músicos y artistas- crecieron rodeados de discos y dibujos, fusión que caracterizaría a la banda. El arte ha impregnado cada una de las hojas de su historia, dado que desde sus orígenes han sabido lucir su puesta en escena. El vestuario era diseñado por ellos mismo e incluía maquillaje y pinturas diversas sobre sus cuerpos. Salir a escena tenía como correlato gritar lo silenciado. Se trataba de una búsqueda espiritual y de un lenguaje propio. Era aquella infancia que conversaba con el cine de Fellini, las pinturas de Salvador Dalí, El Bosco, los discos de Raschmaninov y Chopin, hasta la literatura de Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. En la actualidad, siguen reconstruyendo esa simbología que los hace ser Sig Ragga, su propio sello.

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